Para la fabricación de la gelatina, el propio resultado de la extracción del colágeno es una gelatina que, añadiéndole los pertinentes conservantes para que no se eche a perder, se puede comercializar en forma de láminas que pueden ser usadas en la cocina.
Para la fabricación de las cremas se combina el colágeno con productos naturales que ya son conocidos por sus usos en cosmética, como el aloe vera, con muchas propiedades reparadoras, así como otros componentes, como el ácido hialurónico, muy absorbente, que ayudaría en la hidratación de la piel, y también miel, con sus muchas propiedades. Igualmente, otros ingredientes básicos y específicos son requeridos para la fabricación de los cosméticos que ofertamos.
Los emolientes serían una parte importante de los cosméticos, pues son principalmente lípidos que contribuyen a la hidratación y flexibilidad de la piel. Las ceramidas son un componente importante de la piel, pero como son caras de obtener, se usan pseudoceramidas. También es esencial el colesterol. Adicionalmente, en las cremas sería positivo añadir ácidos, y alcoholes, grasos tales como ácido oleico, láurico, linoleico o esteárico, que participan en la función de barrera de la piel.
El escualeno es un lípido isoprenoide muy común producido por todos los animales, aunque también existen fuentes vegetales, como las aceitunas. En humanos, es producido principalmente por la piel, y es un metabolito intermedio en la síntesis de colesterol. El escualeno se encuentra en el sebo y protege la piel de los singletes de oxígeno, evitando la peroxidación de los lípidos de la piel por la radiación ultravioleta y otras radiaciones ionizantes. Sin embargo, la producción de escualeno va disminuyendo con la edad, contribuyendo al envejecimiento de la piel. Una forma saturada del escualeno es el escualano, usado como emoliente e hidratante, para tratar dermatitis y acné, es menos susceptible a la oxidación, es inodoro, antibacteriano, seguro para pieles sensibles y no tiene una percepción aceitosa. Con todo esto, el escualeno sería un componente a tener en cuenta para las cremas antiedad.
Los humectantes son un componente importante de los cosméticos. Ya se han mencionado tanto el ácido hialurónico, como el colágeno (los aminoácidos concretamente). La glicerina, la urea, el sorbitol, e incluso la miel, son buenos humectantes; todos participan en la hidratación de la piel, reduciendo la pérdida transepitelial de agua. Algunos también actúan como emolientes. Sin embargo, algunos humectantes, como la urea, sólo pueden ser usados a muy bajas concentraciones o acabarían corroyendo la piel por la ruptura de puentes de hidrógeno y, en consecuencia, deshaciendo las queratinas.
Los humectantes suelen acompañarse de sustancias oclusivas, como los ya mencionados colesterol, escualeno y ácido esteárico, y otros como la lanolina (una cera natural de la piel), alcohol estearílico u alcohol cetílico (emulsionantes, espesantes y emolientes). Participan en el bloqueo de la pérdida transepitelial de agua de forma física. La desventaja de los oclusivos es que son más grasientos, olorosos y, en algunos casos, alergénicos. Tanto las ventajas como las desventajas de ambos humectantes y oclusivos son la razón de que se suelan combinar, para así poder aprovecharlos sin que sean perjudiciales.
Dicho todo esto, el proceso de fabricación es bastante sencillo: en una misma cisterna se van añadiendo los ingredientes en el momento y cantidad justos, a una temperatura controlada, para posteriormente ser envasadas las cremas. Dado que nuestro catálogo oferta cinco tipos de cosméticos diferentes, necesitaremos cinco cisternas distintas. El colágeno sería la base para todos nuestros cosméticos. Las cremas son primero calentadas a una temperatura relativamente alta y después son enfriadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario