Para fabricar nuestras cremas, hemos querido aprovechar productos naturales que ya conocemos por ser usados en cosmética, entre ellos el aloe vera, pues ayuda a la cicatrización, hidratación y regeneración de tejidos (tras quemaduras por ejemplo), con la suma de sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes, entre otras, además de que favorece el comercio local, pues el aloe es muy cultivado en España. Pero el aloe no sólo se limita a la cosmética; también es implementado en la alimentación, a modo de zumo o de gelatina, que ya son consumidos en algunos países, y que podemos sumar a la gelatina conseguida con la extracción del colágeno de Pelagia noctiluca para conseguir nuestras propias gelatinas para consumo alimentario, más nutritivas y beneficiosas. Al fin y al cabo, el extracto de aloe vera también posee propiedades anticancerígenas, contra las úlceras e inflamaciones gastrointestinales, incluso contra la diabetes mellitus, pues pacientes con esta enfermedad, no dependientes de insulina, fueron observados tras una dieta diaria que incluía extracto de aloe vera y se vio una disminución del exceso de glucosa en sangre.
Nuestro plan para futuro sería dejar de depender poco a poco de las empresas que cultivan y distribuyen el aloe vera y sus productos, para empezar a cultivar nuestras propias plantas, para lo cual necesitaríamos además del terreno de cultivo, unos materiales que nos permitan extraer el extracto del aloe. Para ello, se requiere un proceso por el que las hojas del aloe son rotas, molidas o machacadas para extraer su jugo, seguido de una filtración y estabilización para conseguir un gel con los componentes deseados del aloe.
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